Hace tiempo inicié una serie de trabajos sobre los Caminos Jacobeos asturianos, y en concreto sobre los Camino Jacobeos de la Villaviciosa, que han tenido cierto interés por parte de los lectores del blog y de los temas jacobeos, pero que no parecen que hayan interesado para nada a Instituciones y entes culturales de la Comarca.
Si bien eso trabajos eran centrados de la esfera de Villaviciosa o de algunas parte de la zona o contornos villaviciosinos, hoy empiezo la entrega de unos materiales sobre los Caminos de Santiago en la llamada Comarca de la Sidra, es un largo documento de unas 70 paginas que iré entregando cada 15 dias en este mismo blog, Al final se colgará el documento final todo en conjunto. Espero les resulte interesante
Este será el indice de los trabajos realizado y que iré entregando
1. El Camino del Norte por la Comarca de la Sidra
- Casquita, punto de confluencia y divergencias
- El Camino del Norte a su paso por Sariego
- El Camino de la Costa a su paso por la Comarca de la Sidra
- Alternativas para un paso seguro para el Camino de la Costa por Grases
- El Camino Jacobeo de la Costa por la mariña villaviciosina
- El Camino Jacobeo Primigenio de los SanSalvadores de Priesca a Fuentes
- Los Caminos Jacobeos por Colunga
- El Camino por Lué
- El Camino Jacobeo de Lastres
- Trazado del Camino de Lastres
Víctor Guerra (Email.victor.guerra@gmail.com)
Si hay una zona en Asturias que contenga
una importante variedad en cuanto a trazados jacobeos, esa es la llamada
Comarca de la Sidra.
En general, tenemos la idea de que hay
un solo Camino de Santiago, el oficial, que es aquel que está jalonado por
las clásicas flechas amarillas, con el apoyo para los cruces de los pilones de
hormigón y las placas cerámicas, pero estas no en todas las ocasiones vienen a
representar la realidad caminera peregrina en toda su dimensión, ya que son
recreaciones históricas más o menos convincentes y convenientes, para un
uso de los Caminos «históricos» de Santiago en el siglo XXI, evitando pues
carreteras, o zonas que pudieran presentar cierto problema para los peregrinos
en su andadura hacia Santiago.
Tanto es así, que la recreación de los
Caminos solo se realiza en un sentido hacia Compostela y no los posibles
regresos.
A estas alturas no se puede negar que existe
toda una red de sendas y caminos que fueron configurando en un intenso trasegar
de idas y venidas por los territorios desde el siglo X hasta hoy, eso sí de por
medio, se han producido innumerables olvidos, incluso desapariciones históricas
y físicas de la traza, y se puede decir sin rubor que muchos recuerdos jacobeos
también se han perdido en el limbo del olvido.
Tanto es así, que podemos volver nuestra
mirada sobre el paso de peregrinos por las tierras astures, y esa mirada
retrospectiva no irá más allá de comenzada la década del 2000.
Como mucho hace cuarenta o cincuenta
años por las aldeas, incluso en la mía, se daban transeúntes, pobres y mendicantes
que iban de paso hacia algún lado…, y pedían limosna, o más bien un plato de
comida, no sabiendo si eran mendicantes, transeúntes o romeros en pos de la
quimera de Santiago de Compostela.
Tal vez en aquellas kalendas en la
llamada Asturias profunda, se pudieran ver dichos transeúntes y los peregrinos,
y hasta se pudieran diferenciar, pero bien me extraña, porque por lo general el
Camino Jacobeo, ha estado vinculado más bien a la meseta que a las tierras
norteñas, por más que se diera una auténtica Vereda de los San Salvadores,
que fue colonizando los caminos costeros a lo largo de toda nuestra cornisa
cantábrica. Digamos que por las trochas astures no parece que hayan sido tantos
miles romeros los que han ido o venido de romería peregrina. El Norte no ha
tenido ni su Camino de Cluny, o sea un Camino Francés como tal, aunque
conozcamos los Caminos de los Francos, y los documentos nos hablen de
nuestros peculiares Caminos “Francés”.
Caminos del Norte y de la Costa
Aun con todo, el Camino Francés mesetario,
ha vivido buenos tiempos como vía peregrina, pero también los malos, y desde el
siglo XVIII hasta casi concluida la década de los 80 del siglo XX, estuvo
desaparecido. Recuerdo en los años 60, cuando pasé grandes temporadas viviendo
a la par de ese Camino Francés, en concreto en Villadangos del Páramo, y
tengo en la mente muchas imágenes del trasiego en aquellos tiempos tanto de
arrieros como de trajineros con sus variadas mercancías, incluso de pastores
trashumantes, y otras gentes, pero peregrinos es una imagen que esos tiempos
nunca capté.
En todo caso, han pasado diez siglos de
caminos y caminantes, y esos son muchos trasiegos y hemos comprobado por
documentaciones y observaciones varias, que en lo que respecta a Asturias, y en
lo relativo a nuestra zona, la que hoy denominamos como la Comarca de la Sidra,
pues la realidad es que no ha había un solo camino, sino que han existido muchos
Caminos y muy variados caminantes.
Los cuales han cruzado y cruzan estos
territorios generando caminos principales, algunos de los cuales han pasado a
ser simples Variantes, otros han desaparecido del panorama caminero, aunque su
traza siga en el territorio, pero no su uso. Muchas de esas trazas han caído en
el olvido y por consiguiente han quedado al margen de los trazados señalizados
y oficializados, como sucede en nuestra Comarca de la Sidra con el Camino de la
Costa o Camino del Norte, que son los Caminos oficiales que vertebran todo
nuestro territorio sidrero como área de peregrinaje.
Por todo ese largo e intenso trasiego
hemos heredado un importante bagaje de Caminos que hoy aún se usan, pero
también algunos tramos y variantes han quedado en el olvido. Será recorriendo
dichos caminos como nos daremos cuenta de su importancia y la proyección que
tuvieron y tienen en el territorio y en la sociología rural asturiana, y hasta en
la conformación del urbanismo de algunos pueblos.
Veamos pues el panorama de los Caminos
Jacobeos y sus variantes a su paso por la Comarca de la Sidra.
1.- Camino del Norte por la Comarca de
la Sidra.
La vieja Vereda de los San
Salvadores que desde la frontera franco-española se abre paso a través de
la Cornisa Cantábrica, jalonando su paso con hitos que nos ayudan a entender el
fervor peregrino el cual estuvo en los comienzos vinculado a la figura de San
Salvador, cuya representación medieval más centralizadora la encontramos en la
ciudad de Oviedo, cuya catedral fue construida por Fruela precisamente bajo la
advocación de San Salvador, y será esta figura y su conceptualización, la que
hile desde esa frontera franco-española el paso a través de las fundaciones
religiosas dedicadas a la figura de San Salvador.
Mapa del Camino del Norte por la Comarca de la Sidra
hasta Oviedo
En general iglesias y eremitorios con
orígenes muy antiguos, las cuales han ido jalonando diversos caminos jacobeos,
oficializados o no, dichos hitos los encontramos tanto en Asturias, como en el
resto de los trazados desde Irún hasta Oviedo y camino de Santiago.
Los jalones de San Salvador en Asturias
Oriente de
Asturias:
- San Salvador de Celorio (Llanes)
- San Salvador de Abándames
(Peñamellera)
- San Salvador de Moro (Ribadesella)
Centro de
Asturias:
- San Salvador de Oviedo (Catedral)
- San Salvador de Posada Llanera
- San Salvador de Deva (Gijón)
- San Salvador de Priesca (Villaviciosa)
- San Salvador de Valdediós
(Villaviciosa)
- San Salvador de Fuentes
(Villaviciosa)
- San Salvador de Alesga (Teverga)
- San Salvador de Ambás (Grado)
- San Salvador de Perlora (Carreño
- San Salvador de Bezanes (Caso)
- San Salvador de Cabañaquinta (Aller)
Occidente de
Asturias
- San Salvador de Cornellana (Salas)
- San Salvador de Piñera (Navia)
- San Salvador de Naraval (Tineo)
- San Salvador de Grandas de Salime
- San Salvador de San Tirso de Abres
- San Salvador de Tol (Castropol)
- San Salvador de Éndriga (Somiedo)
- San Salvador de Brañalonga (Tineo)
- San Salvador de Cibuyo (C. Narcea)
- San Salvador de Berguño (C. Narcea)
- San Salvador de Belén (Valdés)
- San Salvador de Valledor (Allande)
Ese trazado denominado Camino del
Norte, aunque yo prefiera la denominación que le dio el investigador Luis
Merediz de Vereda de los San Salvadores, a lo que añadía que «este
camino costero tenía el don ser protegido por una llamada Hermandad de
los Cambeadores , que a su vez dio origen a la Orden de los
Caballeros de la Espada y sucesivamente a la Orden de San Salvador…»
Y yo me pregunto ¿Que tiene que ver esa
vieja Orden de Cambeadores, de la cual hay tan pocos rastros como referencias,
con la fenecida Orden del Temple y sus aficiones cambistas, y los San
Salvadores que tanto se entremezclan por nuestras tierras astures?
Hallar la contestación no es fácil, y
seguramente que al realizar el camino o los caminos, iremos descubriendo por
nosotros mismos parte de ese misterio, sobre todo si hemos al comenzar el
Camino en el sector oriental de la región nos hemos acercado a las ruinas del
Monasterio de Tina, luego, ya cuando se llega a Llanes no solo nos damos con la
única representación de una templario en Asturias, que se haya en la arquivolta
de entrada de la basílica de Llanes y que nos muestra su condición y el Camino.
A continuación nos topamos con el
primer San Salvador, sito en el Monasterio de Celorio, luego el trazado nos
lleva hasta Llovio (Ribadesella) para cruzar el río Sella y tornar por San
Salvador de Moro hacia la franja costera, o bien seguir por el llamado Camino
de los Francos que se va por la vera del río Sella hacia Arriondas,
continuando luego por la declinación mesoterciaria para de este modo ir enhebrando
los diversos territorios, de Parres a Piloña entrando en la actual Comarca de
la Sidra, por Nava y yendo hasta Sariego donde este Camino del Norte nos
abandona al entrar en los territorios polesos camino de Oviedo, y señero San
Salvador, sito como tal en la Catedral de Oviedo.
Figura del San Salvador en la Catedral
de Oviedo
Más adelante reseñaré el recorrido del
«Camino de los Francos» por tierras de la Comarca sidrera.
Volviendo a Ribadesella aquellos que no
querían o no podían pagar el peaje del cruce del río Sella por las latitudes de
la villa de Ribadesella buscaban el mejor vado para cruzar, el cual encontraban
en el lugar de Llovio.
Una vez cruzado el río subían a San
Salvador de Moro, que es otro faro radiante que se ve desde muchas partes,
desde se viraba hacia El Carmen para recobrar así los senderos jacobeos de
carácter costero, lo cual se patentiza cuando se uno se interna en los predios
de los concejos de Caravia, donde nos topamos con las leyendas de un antiguo
monasterio de freires blancos, hoy desaparecido y con una riega
denominada de los Romeros. Al entrar en Colunga (Comarca de la Sidra) también
sabemos que hubo un Monasterio dedicado a Santiago. donado en 1176 a la iglesia
de Oviedo por Fernando II, entre los firmantes aparece el obispo de Santiago de
Compostela.
Será de nuevo en la villa de Colunga
donde el Camino del Norte se despida de la franja costera, al menos el Camino
oficial, el cual irá virando al Suroeste para encaminar y enderezar sus trazas al
Oeste través de las de las parroquias de Pernús y Priesca.
Antes de seguir relatando el viaje por
los Caminos del Norte, o de la Costa, en la villa de Colunga se produce una
bilocación de caminos, ya que en este enclave se dan tres ramales dl Camino
Jacobeo, el que va hacia Pernús, Camino oficial, y luego otros dos ramales, que
debieron tener su importancia en sus momento, uno que iría al Oeste pero un
poco más al Norte, hacia la aldea de Lué buscando a través de la Venta del
Pobre la Vega Priesca, y otro que enfilaría directamente rumbo Norte buscando las
terrazas marítimas del pueblo de Lastres, desde donde continuaría por la
supuesta Vía Agripa hasta alcanzar el lugar de Fana, para cruzar el pontón
romano de la Llomba e ir hacia por La Rasa buscando el enclave de la Vega de
Sebrayu, que empieza a ser un enclave importante en esta zona , com o luego lo
es Casquita un poco más adelante.
Por tanto volviendo atrás el Camino del
Norte entra en la Comarca de la Sidra, ( demarcación que comprende los concejos
de Colunga, Villaviciosa, Nava, Cabranes y Sariego,) y lo hace por el sector
más oriental, siendo el punto de penetración la Playa de la Espasa, divisoria entre
los concejos de Caravia y Colunga, y donde nos encontramos con el viejo caserón
de La Venta de Espasa, ya en tierras colunguesas y que nos
remite a los trasiegos camineros.
De este modo el itinerario enfila hacia
el lugar de La Isla, con si mitología mitraica sobre la que se construyó la
iglesia de Santa María en el siglo XVIII, para pasar luego al núcleo de Bueño,
aunque lo normal sería que se recobrase el viejo camino que subía hacia la
iglesia de Santiago de Gobiendes, que contó con hospedaría de peregrinos, y a
donde fue a dejar sus huesos Agustín Forti en 1764 «pobre peregrino que venía
de Santiago de Galicia» o sea de regreso a casa.
Dicho templo según Luis Antonio Alias y
Luis Montoto, tendría doble significado por un lado porque el Gobiendes
devendría de Gaudens-Mons Gaudí compostelano, y el templo porque ya es citado
en el 921 y muestra los suspiros del prerrománico, aunque está bastante reformada
reedificándose en 1853, y se halla bajo el amparo de Santiago.
Hoy el Camino oficializado, deja el
importante e imponente templo santiaguista de Gobiendes de lado, para seguir enhebrándose
con la Nª 632 y desviarse hacia Bueño con sus pontones romanos que vendría a
apoyar el paso de la Vía Agripa por estas latitudes, para entrar en Colunga por
Covián, donde también fallecería en 1730 un romero gallego llamado Juan de
Hermida, del que ignoramos si iba o venía…
Puentes de Bueño
En este punto, es donde el Camino
oficial vira a izquierda hacia el Puente de la Llorea, pasando actualmente por
debajo de la autovía A-8, y por encima de la riega de Llovones dando comienzo
una larga ascensión por Beldreu en cuyo tránsito nos encontramos con su capilla
de Animas, tras una posterior bajada hacia la cabecera de la parroquia, nos
damos con San Pedro de Pernús, solitaria iglesia mencionada en la donación de
921 «ernus eccclesiam Sancti Petri per uso términos» la cual se acompaña unos
cientos de metros más allá de la famosa Casa del Fraile con su peculiar escudo.
Un poco más delante, en la Vega
comienza otra pequeña subida hacia el núcleo de La Llera, con su iglesia
dedicada a San Antolín, así como los restos de su Palación, a cuyo
poblamiento se entra dejando por unos momentos la carretera para entrar poder admirar
el pequeño conjunto que conforman las casas y los hórreos con su iglesia del
XVIII, que sustituyó a un antiguo templo románico anterior.
En el cementerio, según Maria Josefa
Sanz Fuentes: «descansan desde 1763, los restos del soldado francés Pedro Josef Brune,
que “iba de romería para Santiago” llegando hasta aquí muy enfermo,
donde falleció.»
Dicha iglesia, aunque no
sé sí es la de Pernús, contó como sucedió en la de Luiña, que tenía una viga
travesera en el suelo para discriminar usos entre los habitantes del lugar,
donde se dice que era para separar a unos moros (seis), del resto de los
parroquianos y que había donado Fortes Sanxiz junto con la iglesia en el año
1090.
Desde La Llera, queda un
tramo más de subida para luego dejarse caer en suave descenso hacia uno de los hitos
que jalonan y marcan la Vereda de los San Salvadores, actualmente
denominada Camino del Norte, aunque también se le denomine como Camino de la
Costa.
Este enclave del que
hablo es Priesca, donde se halla la iglesia dedicada a San Salvador, y que ya existía en
tiempos de Fruela II de Asturias, (910-925). Siendo en aquellos momentos Ovietus.
(Oviedo) la capital peregrina.
Iglesia en San
Salvador de Priesca
Esta iglesia tiene
elementos que recuerdan a otras iglesias cercanas, pero también de alguna otra
más lejana dedicada Santiago, como por ejemplo la desconocida iglesia de
Villaverde de Cangas de Onís.
En dicho templo
villaviciosino hubo en su momento placas epigráficas, no existentes en la
actualidad, que referían a un «TEMPLVM SANCTI SALVA / TORIS», el historiador
Ciriaco de Miguel Vigil recogía en su Asturias Monumental y Epigráfica y
Diplomática, otro texto en una pilastra del templo: «SACTI IACOBI/ SANCTI
JOHANES/ JOHANE SPRFEC, y en otra pilastra se leía SANCTI IACOBI», y el altar
de la capilla Norte estuvo dedicado a San Juan y a Santiago.
Priesca es todo un
enclave, pues aquí el trazado, se vuelve a dividir en dos caminos, uno más
viejo ya en desuso que iba hacia San Salvador de Fuentes, del cual trataré más
adelante, y luego está el Camino hoy oficializado, que parte desde un lateral
de la iglesia de Priesca, para entrar en bajada pasando por delante de la
capilla de ánimas en desuso, y concluir el descenso ante el lavadero de La
Vega.
Palacio de La Güera y
manantial en La Vega de Priesca.
Cruza el Camino Jacobeo
todo el pequeño núcleo de la Vega pasando por delante del barroco palacio de La
Güera; al otro lado de la carretera, se encuentra la fuente-manantial, al pie
del manantial el trazado jacobita se adentra a la vera de la riega del Sebrayu,
que en su entronque con la riega de Nabla-Miravalles, nos ofrece ese aspecto
religioso que salpica todos estos Caminos peregrinos con una Capilla de Ánimas.
El camino prosigue atravesando
el pueblo de Sebrayo al que se accede por un pequeño pontón medieval, quedando
a la izquierda y un poco apartada la iglesia de Santa María de Sebrayu, conocida como La Capillona, datada como del siglo X,
aunque su primera referencia es del siglo XII, donada más tarde al Monasterio
de San Vicente de Oviedo, en su asentamiento se atestigua un antiguo monasterio
en el 761.
Sebrayo y peregrinos.
Se atraviesa la aldea del Sebrayo todo a lo
largo, dejando de lado el actual albergue ubicado en su antigua escuela, y se
sale a la bifurcación que da Villaverde o al Fresno, que es hacia donde nuestro
trazado se dirige, pasando por debajo del actual viaducto A-8, dejando de lado
el acceso hacia la aldea de Ordiera.
Si uno mira atentamente
toda la vega derecha del Camino, verá que es zona inundable, y que hoy está
regulada por el Porreo de Arriba, (porreos: terrenos ganados al mar).En su tiempo toda esta
zona debió presentar problemas de inundaciones cada dos por tres,
Tal vez por eso, y por
la existencia de San Salvador de Fuentes el camino se desviase en Priesca por
la vertiente Oeste de la sierra que forman el monte Fario y Piedrafita y su
continuación con el Monte Agüelle, ya en la cordal de Cubera. Desde el Alto la
Llera se podrá ver el faro radiante de la Iglesia de San Esteban de Miravalles
y la sucesión de montes citados.
Solventados los
problemas de inundaciones de la ría de Villaviciosa, el Camino continua sin
problemas desde el Sebrayo, tomando la bifurcación bajo el viaducto de la A-8,
hacia la casa del Fresnu. Un repecho corto pero fuerte que nos deja ante el
área de reposo del Peregrin Cansau.
Instalaciones en el
Fresno. El Peregrín Cansau.
Se va cerrando de este
modo el bucle sobre los Montes Fario y Piedrafita, para entrar en las tierras
de San Cosme de Tornón, que nos quedará por encima de nuestro camino, pues otra
vez se coge altura, pero dejando Tornón de lado, para entrar por un camino
desde el cual podemos ver la ría de Villaviciosa, sus porreos y el famoso
molino de mareas de la Enciena, situado sobre un lateral de la ría.
Acompañamos por unos
instantes a la autovía A-8, durante el tránsito peregrino por Tornón y Carda,
cuyos trayectos han sido modificados por la existencia de diversos ejes
asfaltados como son, la Nª 632 y la Autovía A-8 y sus segregaciones.
Por lo cual, no nos
queda muy claro cuál era el recorrido de los transeúntes, peregrinos,
trajineros y arrieros hacia la puebla de Maliayo la cual fue aforada por
Alfonso X en 1270, cambiando el nombre a Villaviciosa.
Puebla a la que llegó en
su accidentado periplo el marino, Carlos I, que le dejó varado en Tazones,
desde cuya aldea llegó a Villaviciosa para dormir en la Casa de los Hevia;
posesiones maliayesas que, según la corte de Carlos de Flandes, estaban
habitadas por «hombres rudos con los extranjeros y poco corteses, no así la
mujeres más benignas y tratables».
Fuera como fuere, la
Villa contó con hospital bajo la advocación de Sancti Spiritus, «para
pobres y pasajeros», se cree que estuvo funcionando en el siglo XV, el cual contó
con los patronazgos del monacato de Valdediós, y luego de los Vecinos de la
Villa.
Ayuntamiento de Villaviciosa
Contaba con mayordomo y
hospitalero, y también con la ayuda de un médico y un cirujano. En 1764 se registra
un salario para el hospitalero de seis ducados. El citado establecimiento
contaba con 12 camas, en una única sala, y tenía ropa de cama y cocina, siendo
la norma para recibir la correspondiente ayuda ser «iente o vinientes que ban
arromería a Santiago de Galicia»
La iglesia de la Oliva
con el edificio del Hospital 1914[1]
Son interesante las
dataciones documentales de los Libros de Difuntos, pues por ellos sabemos que
«entre 1669 y 1790, habían fallecido en la Villa una veintena de peregrinos en
su mayoría franceses, flamencos y alemanes», y pese a que el Camino y sus
trasiegos que como tales en el siglo XVIII y XIX habían desaparecido, en 1818
todavía en las Constituciones del Santo Hospital, rezaba en el primer
articulado que: «Se dará hospitalidad acostumbrada a los peregrinos que
transiten a Roma o a Santiago de Galicia siempre que por sus pasaportes
resulten ir en peregrinación y en esta casa por una noche, con cama y had de
leña y para tal efecto se les destinará una habitación separada».
Nada que agregar a la
hidalguía de la Villa con muralla y casas nobles, que, pese a lo dicho por los
cortesanos de Flandes, tuvo en su honor la gran hospitalidad pues contó como ya
he citado con un activo hospital, lo que no quita que algunos peregrinos pese a
ello presumiblemente debían obviar la populosa Villa, pues al entrar por el
Camino de Priesca a Fuentes, recorrido que trataré más adelante, bajaban a San
Juan de Amandi.
Si los peregrinos habían
llegado a la Villa de Maliayo bien la por las calles del Agua, o la del Sol, o
desde la Iglesia pro-gótica de la Oliva dedicada a Santa María
construida en el último tercio del Siglo XIII, y de cuya tracería gótica del
tímpano se haya la figura de la Virgen y el Niño, desde la cual los romeros tomaban
y toman dirección Sur hacia la hermética iglesia de San Juan de Amandi.
También el Camino
oficializado deja de lado esta hermética iglesia de San Juan Amandi,[2]
de carácter hermético, construida según fecha del imafronte en 1134, y
reedificada en el 1775 ya que estaba en ruinas, unos años en este lugar dejó
este mundo, en 1733 el lusitano Juan Antonio Gomez «pobre que andaba
peregrinando».
Iglesia de San Juan de
Amandi.
Pero el Camino sigue por
la carretera general adelante hacia la capilla de San Juan de Amandi para
terminar franqueando el río Linares por el apuntado puente que nos permite
ganar el enclave de La Parra y desde él ganar el lugar de Casquita, hoy todo
eso se hace por un tramo de la AS-113 hasta el desvío que permite tomar la carretera
VV-10 hacia Grases y Camoca, lo cual nos dejará ante la bifurcación de
Casquita.
Puente sobre el río Linares
en Amandi.
[1]Rivero Cuesto, Senén; Blanco
Sarasola, Manuel; Balbín Loredo, Iván. Villaviciosa en fotos antiguas
1859-1936. La Oliva Ediciones 1995.
[2]Samaniego Burgos
José Antonio: Lectura hermética de San Juan de Amandi. Ediciones Cubera.
Villaviciosa 2003.
VICTOR GUERRA