INTRODUCCIÓN
Aprovechando
que el Camino de Santiago pasa por Asturias y que a su vez por la parte
Oriental, por orden y mando del Principado se ha convertido a su vez el Gran
Recorrido (GR ) E-9 me he lanzado a los juegos sincréticos, mágicos y
esotéricos que tanto gustan y que pueden ser todo un divertimento a modo del
juego mágico de la Oca por Asturias.
Aquí les
dejo con parte de los textos.
Comenzamos
nuestro viaje por Camino de Santiago, que unos denominan de la Costa y otros
del Norte, ignorando casi todos ellos, y yo fui el primero que este largo
camino, procedente de la tierra de los «Francos» tuvo un viejo nombre conocido como
las Veredas de San Salvador, o sea las viejas trochas y veredas que se iban
abriendo paso por la rasas costeras norteñas, salpicando su traza por diverso
hitos religiosos levantados en honor de San Salvador, cuyo remate final no era Santiago, eso vino luego, sino Oviedo, la
primera capital peregrina allá en los confines del estertor de los reyes
visigodos astures.
Luego
vino lo de Santiago, y el trazado viejo de las Veredas de San Salvador, con
todos sus templos dedicados a San Salvador, pasaron al baúl del olvido, y la
nueva romanización jacobea, trajo el nombre del Camino de los Francos, pues
eran muchos los autóctonos de tierras galas que se dejaron caer por estas
tierras, peregrinos, comerciantes, trajineros. Etc.
Con el
albur de la nuevas epopeyas peregrinas el trazado pasó a ser el Camino del Norte dentro de la clasificación de los Caminos Jacobeos «oficializados» y por
tanto signado con unas flechas amarillas, cada una de su padre y madre y y al albur del
buen hacer del pintor de cada sitio y lugar, y que en
Asturias, en tiempos racionalistas y laicos cuando pasábamos de Caminos
santiagueros allá por los témporas del 80, pues lo rebautizamos tomando
prestada su traza como el GR–E9, un
sendero de largo recorrido que ya su bautizo corresponde a una curiosa coincidencia,
seguramente no buscada por sus autores y diseñadores, aunque debamos saber lo
que tal signatura significa exotéricamente: Gran Recorrido (GR), que se
señaliza con bandas blancas y rojas. La letra E corresponde a España, y el nº 9
correspondería a la numeración Internacional.
Por tanto,
para comenzar nuestro camino es bueno dejar volar la imaginación y adentrarnos
en el juego hermético y cabalístico que nos va poniendo delante el propio
camino, que además nos pide una mente y un corazón abiertos, no para terminar
creyendo en ovnis o en fantasmagóricos espíritus andantes, sino para entrenar
nuestros sentidos a percibir y relacionar todo con el Todo, o la Nada con el
Universo, que por algo se empieza.
Eha pues,
ésta es la propuesta, un símil juego de la oca lleno de interpretaciones y simbolismos,
abierto a múltiples interpretaciones y relaciones, tan objetivas y subjetivas
como nuestra razón lo estime oportuno, en nuestra mano está descifrarlo, y por
supuesto vivirlo y recorrerlo para ver y comprobar si lo que digo es cierto, o
es fruto de adormidera de sestear bajo los míticos tejos astures.
Pero no
deja de ser curioso y hasta paradójico que el inocente GR E-9 guarde celosamente todo un contenido esotérico de juegos malabares de proyección
cabalística, la primera en la frente, y eso sin echar a caminar, pero debemos
prepararnos a lo que se nos viene encima, pues la conjunción de letras y
números del sendero que iniciamos tiene todo un significado cabalístico y por
ende esotérico.
Vayamos
por partes: la letra G es todo un pozo de significaciones, pues la G
griega tiene forma de escuadra (símbolo esencial en el oficio de los
constructores que además dejaron su saber a través del camino como iremos
viendo); en otra vertiente la Ghimel hebrea evoca la Gran Tríada, luego
veremos qué pasa con la tríada, que a su vez es el símbolo del Centro, que bien
pudiera corresponder a esta Vereda que comenzamos bajo variados nombres.
La G es
una letra esencial en la masonería pues aparece asociada a la Estrella
Flamígera y utilizada por las escuelas pitagóricas y la masonerías
operativa y especulativa. El estudioso René Guenón le asimila una clave
simbólica en la cual juega un papel importante que se relaciona con los , hermandad templaria a la que perteneció el poeta Dante, y que a su vez
estuvo relacionada con la masonería; aunque más adelante veremos que por aquí
también andan todos caballeros, poetas, constructores y hasta masones.
La letra R tiene menos trascendencia hermética, para los hebreos representa la independencia, que tal vez podamos referirnos al sentido de cómo se debe recorrer el camino; por otro lado, tal letra es para los musulmanes el vigésimo nombre de dios “Rabb”, y la letra G para estos mismos creyentes representa el vigésimo octavo nombre de dios “Ghafur” que quiere decir el “Gran Perdonador”
La letra R tiene menos trascendencia hermética, para los hebreos representa la independencia, que tal vez podamos referirnos al sentido de cómo se debe recorrer el camino; por otro lado, tal letra es para los musulmanes el vigésimo nombre de dios “Rabb”, y la letra G para estos mismos creyentes representa el vigésimo octavo nombre de dios “Ghafur” que quiere decir el “Gran Perdonador”
Ese mismo
que encontramos en cada etapa representado en basílicas y catedrales o en hitos
como los que se levantaron en memoria de El Salvador.
Por todo
ello, cada vez queda más claro que ir a Santiago de Compostela no es lo
importante, sino que lo esencial es realizar el Camino, en cuya
esencia radica la búsqueda de Rabb y del Ghafur, el encuentro con
uno mismo en ese atanor que es el viaje iniciático.
Asimismo la letra E representa el Este, en esta caso al Oriente, que en masonería es la cabeza del templo donde trabajan los masones, lugar donde se coloca el Venerable, el Orador y el Secretario y lugar en el que también se colocan las tres grandes luces que lo conforman el compás, la escuadra y el libro de las Constituciones o el libro sagrado, que bien puede ser la Biblia, o el Corán, y como no, las herramientas necesarias para los constructores: el compás y la escuadra.
Si tales
cuestiones en sí mismas nos dicen más bien poco, o casi nada por aquello del carácter
escéptico, o porque cuesta creer en cosas raras o extrañas, no se apuren pues
ya saben ese apotegma de “no creo en brujas, pero haber haylas”.
Llegados
a este punto habría que preguntarse: ¿Qué hace un incrédulo de tal calibre,
como usted, leyendo unos párrafos de esta calaña?
Textos
donde se dan la mano lo esotérico y lo exotérico, la magia secreta y el
racionalismo más áspero, y todo ello envuelto en la más pura alquimia hermética
que es caminar estas tierras, que iremos disfrutando o maldiciendo a bordo de
la escoba histórica que me creado para este momento tan literario.
Se trata
pues de hacer más “diver” el camino; de hacerlo más entretenido y si por
casualidad tocamos la flauta y la fibra sensible de las personas y el
territorio, pues mejor que mejor.
Por eso
volviendo al redil de nuestras conjeturas, de nuevo probamos con lo que nos
pueda decir el número 9, que es el triángulo del ternario, o sea el tres
multiplicado por sí mismo, que vendría a representar la imagen de los tres
mundos: material, espiritual y mental, estadios en los que nos solemos
desenvolver los humanos, aunque unos con mejor fortuna que otros; por tanto
estamos hablando del número que viene a representar la Vida, la Generación, y
la Regeneración Inmanente. O sea, aquello que se ha de dar a lo largo del
Camino.
Comenta
un estudioso como Juan Carlos Daza que en los Misterios de Eleusis: que Deméter
llora y busca a Coré, durante nueve días, que lo pone en relación con las 9
vueltas que dan los 9 maestros que buscan la tumba del Maestro Hiram, el gran
arquitecto del Templo de Salomón. Nosotros todavía a estas alturas no se muy
bien que buscamos, solo hay una idea fija llegar a Oviedo ante el Salvador, y
luego seguir a Santiago.
Historia,
mitos y leyendas que se irán cruzando en nuestro caminar , y que nos obligará a
rellenar un sin fin de páginas, y todo ello por embrollados y escabrosos
terrenos, por caminos, trochas y veredas en los cuales el embrollo está más que
asegurado.
Si bien
no podemos obviar que el 9 es el símbolo del Maestro que viene representado en
la Tabla de Theon o Tabla de la Memoria, el cuadrado mágico de orden 3 (3x3)
que conjuga los nueve primeros números.
Volviendo
a la masonería esas son las luces que iluminan la cámara del Maestro. Número
que a su vez representa lo eterno de la inmortalidad humana. ¡Ahí queda eso!
En la
tradición hebraica es el número que representa el símbolo de la Verdad , ya que
se reproduce así mismo, y para colmo, es un número que por ser la última cifra
de la serie representa el fin y el comienzo , el nacimiento y la germinación,
al tiempo que la muerte, aunque esa germinación es hacia abajo, material.
Armados
de tan sólidos argumentos y tan peregrinas herramientas comenzamos un
camino-sendero que como un puzle nos irá arrojando un sin fin de casillas y de
saltos, de atrás hacia adelante, a modo del gran Juego de la Oca, iremos perfilando
nuestra particular peregrinación, de carácter iniciático para los más trascendentes,
o simplemente lúdico para los incrédulos. ¡Como ustedes prefieran ¡
Pero como
en todo, digamos que por medio estará el conocimiento y nuestra predisposición
a comprenderlo.
Tal vez
no lo sepan ustedes modernos pateadores de estas infraestructuras senderistas,
pero al realizar el moderno GR E-9, están ustedes volviendo a realizar la vieja
senda peregrina e iniciática de los Salvadores, un primigenio camino que se
denominó Camino o Vereda de San Salvador, y luego Camino de Santiago, por eso
bajo esos dos señores se entienda mejor el refrán de: “quien va Santiago sin ir
a San Salvador, visita al criado y no al Señor”.
Camino o
senda ésta que fue abandonada, pues ya ustedes saben, o imaginan por efectos
del marketing, bien del mal tiempo, o el mal andar, y porque hubo épocas que el
personal pensaba en otras cosas, a lo que hoy hay que sumar la jungla de
intereses políticos, religiosos territoriales y monetarios que se dieron en
determinadas épocas e instancias, lo cual nos desplazó a los norteños de la
historia, y que concluyó con la
preeminencia del llamado Camino Francés, o sea un pujante sol, e
infraestructuras por doquier, y mucha pujanza, aunque les falte la mar salada y
no se olvide uno que va por la seca Castilla.
Nuestro
Camino Costero, bien del Norte , o la Vereda, o el moderno E-9, todo ello por
la traza jacobita donde las haya, aunque para mi gusto y recogiendo informaciones
de antaño, prefiero el nombre con que alguien bautizó esta traza Vereda de los
San Salvadores, las cuales fueron fruto del trabajo e investigaciones y con
defensa a ultranza ante aquellas rancias autoridades turísticas de finales de
los 60, con D. Fraga Iribarne al frente, y cuyas tesis en pro de las Vereda
defendía D. Luis Merediz Parreño, pariente de un interesante masón, del que ya
hablaremos más adelante.
Don Luis defendía este camino costero sobre otros, como así lo atestiguan sus interesantes notas, estudios, pero pese a sus presiones sobre la élite política del momento para que esta Vereda tuviese un fiel reconocimiento mediático, no hubo manera. . Hasta llegó a realizar un mapa con el recorrido costero con los topónimos en árabe y demás cuestiones esotéricas por si pitaba la cosa, aunque poco a poco fue pitando.
Don Luis defendía este camino costero sobre otros, como así lo atestiguan sus interesantes notas, estudios, pero pese a sus presiones sobre la élite política del momento para que esta Vereda tuviese un fiel reconocimiento mediático, no hubo manera. . Hasta llegó a realizar un mapa con el recorrido costero con los topónimos en árabe y demás cuestiones esotéricas por si pitaba la cosa, aunque poco a poco fue pitando.
Según las
viejas notas autógrafas de D. Luis Merediz, este camino costero tenía el don
ser protegido por una llamada “Hermandad de los Cambeadores”, que a su vez dio
origen a la “Orden de los Caballeros de la Espada” y sucesivamente a la Orden
de San Salvador y que aparecen en la zona Oriental asturiana, y también en la zona gallega , en concreto en Paradela.
…
…
¿Que tiene que ver esa vieja Orden de Cambeadores, de la cual hay tan pocos rastros como referencias, con la fenecida Orden del Temple y sus aficiones cambistas?
Hallar la contestación no es fácil, y
seguramente que al realizar el camino iremos descubriendo por nosotros mismo
todo ese misterio.
@Victor Guerra
@Victor Guerra